The flowering of the vine

El florecimiento de la vid

La floración de la vid se produce entre mayo y junio y tiene una duración muy limitada, con un máximo de diez días. Es una de las fases más delicadas del ciclo vital de la planta mientras culmina con el cuajado, que es el paso de flor a fruto. En Villa Bibbiani seguimos paso a paso cada momento de esta fase, ya que es muy importante para nuestros viñedos.

Cómo se hacen las flores de las vides

Las pequeñas y discretas flores de color amarillo verdoso que forman la llamada “inflorescencia” se agrupan en racimos: de cada flor, una vez producida la fecundación, se desarrollarán las uvas. Estos comenzarán entonces a ganar peso y volumen, pero seguirán estando verdes y muy duros durante varias semanas.

¿Qué riesgos corre la vid durante la floración?

La floración es un momento extremadamente delicado: las condiciones climáticas desfavorables podrían comprometer la cosecha. Por eso es muy importante que en este período el clima no sea demasiado húmedo ni frío porque la caída anticipada de las flores tendrá consecuencias en la maduración de las uvas. Como siempre, es necesario supervisar los tornillos en campo para minimizar riesgos. Es en esta fase cuando se decide el rendimiento y la calidad de la cosecha. En general, una floración exitosa garantiza una excelente cosecha. Sin embargo, en caso de lluvia, bajas temperaturas o fuertes vientos –fenómenos que no se pueden evitar– será necesario seguir aún más de cerca las siguientes fases del ciclo vital. La competencia entre el desarrollo del follaje, las flores y los frutos es importante: es necesario asegurar que el crecimiento sea equilibrado y guiado por la sabiduría de los viticultores que trabajan en los viñedos.

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